miércoles, 25 de febrero de 2009

Malinche, una identidad rota, historia del mestizaje: Efraín Franco

CECILIA DURAN

Reparto del montaje Malinche, de Efraín Franco

“Malinche fue proyectada como símbolo de traición desde el centro, donde el aztequismo es recalcitrante. Sin embargo, cuando uno estudia el personaje, resulta que no es la misma actitud la que hay en la llamada provincia que en el centro. Para la gente de Veracruz, la gente de Tlaxcala, Malinche no representa la traición, sino la liberación porque encabezó un movimiento en contra del imperio azteca, que tenía sometidos a decenas y decenas de señoríos que tenían que pagar impuestos al imperio azteca. ¿Por qué se la acusa de traidora cuando todavía no existía la nación mexicana?”

Las afirmaciones y la pregunta fueron formuladas por el dramaturgo jalisciense Efraín Franco, autor de la obra de teatro Malinche, una identidad rota, que tendrá tres funciones en el contexto del Encuentro con el Teatro Jalisciense, evento organizado en el contexto del octavo aniversario de la Casa Teatro El Caminante.

Para escribir el texto, el autor recibió un apoyo del Departamento de Estudios Literarios de la Universidad de Guadalajara para hacer una investigación sobre Malinche como personaje histórico y dramático. Para ello recorrió la gran cantidad de libros que se han escrito sobre ella, como La aprendiz de Bruja, de Alejo Carpentier, Todos los gatos son pardos, Carlos Fuentes, Los argonautas, de Sergio Magaña, Carlota y Malinche, de Salvador Novo, Malinche, Laura Esquivel; y también investigó cómo ha sido tratada a través de la historia y por el teatro.

La obra habla de la historia del mestizaje, del conflicto humano, de la desigualdad, de la vida de una mujer que busca reivindicarse, exigir sus derechos como mujer ante la historia y la sociedad y al mismo tiempo de desmitificar el rol de traidora que se le ha asignado.

Los roles de Malinche

Las investigaciones de Franco lo conducen a afirmar que Malinche era de Coatzacoalcos, Veracruz y nació en 1498. “Fue un puente lingüístico y cultural imprescindible para los conquistadores y también una guía física y espiritual para ellos”.

También indagó cuándo y por qué se inició su relación con Hernán Cortés, con quien mantuvo una relación de trabajo, de conductora, de guía, de pareja y de acompañante en la Conquista.

“Con una frase o con una palabra rescatamos sus orígenes en la obra de teatro, cómo llega a la vida de Hernán Cortés. Lo que tratamos de rescatar al personaje histórico y las funciones que tuvo, madre (procrea con Hernán Cortés un hijo, Martín Cortés, en 1522), conquistadora, evangelizadora.

“Sabemos que Hernán Cortés prometió a los pueblos enemigos de los aztecas a que se le unieran, todo lo hacía a través de doña Marina. Ella aprendió en cuatro meses un español, bastante rudimentario. Cortés no cumplió la promesa empeñada a los aliados, entonces los que lo apoyaron para derrocar al imperio le decían eres un traidor Malintze, esta palabra cobra un sentido. Después Hernán Cortés es el triunfador en este proceso a y él se le conocerá como el marqués del Valle de Oaxaca. En ella recae la carga semántica de traición, por ser la compañera, la madre, la amante del conquistador. Los aztecas van a lanzar sus odios en ella.

“Por supuesto que no es una traidora desde el punto de vista histórico. Surge a través de la conquista un gran símbolo, ella como símbolo de la maternidad del pueblo mexicano, aunque Martín Cortés no fue el primer mexicano. Sin embargo, por la estatura histórico y por el papel de Hernán Cortés y la envergadura de Malintzin, se dice que con ellos se funda la mexicanidad y Martín será el primer mexicano mestizo”.

Franco aseguró que Malinche, una identidad rota proyecta una búsqueda de la identidad. “¿Quién soy yo? Porque ya no soy ni indio ni español. En esa búsqueda, en mi raíz profunda me encuentro con graves problemas, una madre que simbólicamente fue poseída, violada, porque las mujeres indígenas fueron tomadas por la fuerza. Las primeras generaciones no sólo de mexicanos, sino de Hispanoamérica son producto de la violación, de la penetración terrible de una cultura sobre otra. Para unos Malinche es el símbolo de la maternidad, para otros de la traición y ella es también un personaje histórico y simbólico”.

Teatro didáctico para hablar del presente

Franco, también director del Instituto de investigaciones estéticas, de la UdeG, la pieza teatral la ubica dentro del teatro didáctico, el cual ayuda a abordar temas del presente.

“Confío en el teatro didáctico que vincule el momento histórico con el presente. El malinchismo está vivo entre los mexicanos. Yo creo que unas de las posibilidades del teatro didáctico es vincular el pasado con el presente, no como elementos separados sino como parte de un proceso. Desgraciadamente nos han enseñado historiografía y no historia donde se desconcatenan los acontecimientos”.

El viaje a la tierra de Cortés

Franco contó que el año pasado la obra viajó a Cáceres, Extremadura, en España, la tierra de Henrán Cortés y en la presentación percibió dos tipos de receptores.

“Las personas adultas con un profundo respeto por el teatro, algunos vestidos de gala para el teatro. Por otro lado la juventud con tenis y playera. Las personas mayores, cunado apareció el personaje Hernán Cortés interrumpieron para aplaudir, después creo que se arrepintieron porque este Hernán Cortés no es el que ellos conocen. Aquí lo presentamos como un padre irresponsable, que fue un hombre ambicioso, criminal, un gran conquistador desde la perspectiva española. Para sus grandes conquistas a cuántos pueblos sometió, cuántos crímenes cometió. La juventud aplaudía el discurso contestatario.

“Nos encontramos con las dos Españas, la franquista, conservadora, tradicional que cree en sus héroes y en su historiografía, y una juventud contestataria, que asume un discurso de rebeldía y de igualdad y de cuestionar la historia oficial.

El montaje se presentó en Badajoz y este año en el Encuentro de Teatro Popular en Jujuy, Argentina y en La Paz, Bolivia, en donde recibieron un reconocimiento.

El elenco de Malinche, una identidad rota está integrado por maestros, egresados y estudiantes de las carreras de música, danza y teatro de la UdeG. Forma parte del reparto el grupo de música prehispánica Huéhuetl, dirigido por Isaac Borseguí, cuyos integrantes escribieron música para esta obra.

Las funciones en la Casa Teatro El Caminante (Castellanos 26, entre Pedro Moreno y Morelos) serán viernes 27 y sábado 28 de febrero a las 20:30 horas y el domingo 1 de marzo a las 18 horas. El precio de la entrada genera es 80 pesos y 40 para estudiantes, maestros y personas de la tercera edad.

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