sábado, 23 de febrero de 2013

Memoriales en la vía pública, expresiones sin regulación

Memoriales en la vía pública, expresiones sin regulación

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Colonia El Sauz. Un adorno floral y una cruz en el camellón de la Avenida Reyes Heroles. Informador Redacción
  • Descartan retirarlos ''para evitar el dolor'' a las personas
  • Guadalajara es el único municipio que cuenta con un estimado de siete mil cruces en las calles
GUADALAJARA, JALISCO (23/FEB/2013).- Cuando un familiar o un ser querido fallece en la vía pública, algunas veces esa defunción queda sólo como estadística oficial, otras dejan huella. Se trata de los memoriales en recuerdo de la vida que se apagó en un lugar específico, expresados muchas veces con flores o una cruz.

Para los ayuntamientos de la Zona Metropolitana de Guadalajara, los memoriales instalados en la vía pública son un asunto menor. Sólo Guadalajara tiene un estimado de cuántos existen en su demarcación. El Secretario de Servicios Municipales, José Luis Ayala Cornejo, dijo que en la metrópoli existen entre “seis (mil) y siete mil cruces en la vía pública”. Sin embargo, descartó que este en planes de la administración municipal retirar esta expresión urbana. “No tenemos un reglamento específicamente para ese asunto. Sin embargo, como es algo muy fuerte, como es la muerte de un ser querido, nosotros permitimos que se instalen esos memoriales mientras no obstruyan la vialidad”.

De acuerdo con Ayala Cornejo, el ayuntamiento no los quita por respeto al dolor de las personas. “Yo creo que la gente las pone para recordar que ahí murió uno de sus familiares”.

Sin embargo, cuando este tipo de objetos obstruye la vialidad, la banqueta o impiden que se desarrolle alguna obra pública, “si podemos avisarle a la gente, lo hacemos. A veces hay algún teléfono o algún nombre de algo y les avisamos. A veces no se puede localizar, y cuando eso sucede, tenemos que retirarla y guardarla un tiempo”.

Las cruces que son de papel o madera se guardan en una bodega, para ser reutilizadas en algún momento. Las cruces que son de acero o metal, se guardan un año “y luego ya los ponemos en los fierros viejos. Cuando se tienen que vender, se venden junto con todo lo demás”.

Ni en cuenta, en otras demarcaciones

Aunque no son regulados por los ayuntamientos metropolitanos y ni se cuenta con un reglamento específico para éstos, los memoriales son “respetados” en los municipios. Se ha vuelto una costumbre rendir tributo en el lugar del deceso de una persona.

En San Pedro Tlaquepaque mientras no se obstruya la vía pública son respetados y tolerados, indicó el departamento de comunicación social. Al no haber una reglamentación respecto a los memoriales colocados sobre arterias viales, el municipio no tiene una cifra estimada de cuántos podría haber.

Tonalá dio a conocer que son pocos los que están en el municipio. No obstante, el área de comunicación, reveló: “Efectivamente invaden los espacios públicos. La tarea de la dirección de inspección y vigilancia es clausurarlos”, pese a no existir un régimen para éstos.

En Zapopan, la dirección de Comunicación Social confirmó que tampoco están regulados, pero no ahondó al respecto.

TIENDEN A DESAPARECER


Aunque es parte de las usanzas post mórtem de los mexicanos, la costumbre de colocar un memorial en la vía pública donde murió un familiar o un ser querido podría desaparecer en siguientes generaciones, debido a que los espacios comunes cada vez son menos y por la evolución cultural de las prácticas sociales, explicó el especialista Miguel Flores Castro.

“Sí tiende a desaparecer y, sobre todo, en las ciudades lo ve uno menos. Son costumbres que en ciertos grupos de la comunidad son más arraigados, no todos lo harían. Además, los espacios públicos cada vez limitan más esas expresiones”.

Respecto a que los memoriales, representados con cruces y altares con flores, el doctor comentó que la autoridad consiente su permanencia por respeto a la costumbre, pero en realidad no hay normas que hablen al respecto.

“Aquí en la ciudad hay camellones grandes con cruces y nadie dice nada, y aun si estuviera prohibido nadie diría nada. Es una práctica muy común en México independientemente de las reglas urbanas. Eso se ha hecho desde la época de la Colonia, es algo más cultural que legal. Yo creo que por eso el Gobierno no ha podido hacer nada”.

Recordó que ese tipo de muestras de afecto hacia los deudos fallecidos se hicieron notar durante la Revolución, donde luego de una volcadura de carreta con víctimas mortales, se acostumbraba montar incluso altares, que ahora se han reducido a pequeñas cruces con el nombre del fallecido, ramos de flores o pequeñas veladoras.

CRÉDITOS:

Informador Redacción / HJ
Hoy 04:07 hrs