lunes, 3 de agosto de 2009

¡La ciudad es de todos!

Parlamento de Colonias



Para facilitar la convivencia de la sociedad, se establecen marcos legales contenidos en leyes federales, estatales y municipales que se instrumentan por medio de sistemas de planeación participativa, normas y reglamentos.

México vive un régimen político con base en la democracia representativa, en el que se supone que desde el Presidente de la República, gobernadores, senadores, diputados federales, estatales, presidentes municipales y regidores representan a la sociedad que los eligió para tal fin.

Ambos principios en la vida diaria de nuestro país, estado y en una ciudad como la nuestra, Guadalajara, y su área metropolitana están siendo totalmente cuestionados.

Parece ser que las leyes de los tres niveles de gobierno, sistemas de planeación participativa, normas y reglamentos se hicieron para violarse, respetar las reglas parece ser la excepción; hoy no vivimos un régimen de derecho.

La democracia representativa es un mito, los senadores, diputados federales y estatales, presidentes municipales y regidores no representan a la sociedad que los eligió para administrar sus propios bienes, ellos representan solamente sus propios intereses de los partidos y de los grupos que los llevaron al poder. Los partidos políticos se han convertido en un gran negocio y en agencias de colocaciones, lo que menos les interesa es servir a la sociedad, volviéndose simuladores, cínicos, sinvergüenzas y lo más grave, con gran impunidad.

Un ejemplo de ello es la ya práctica común de realizar negocios privados con bienes y recursos públicos. Más aún, ciudades como la nuestra que tiene un déficit de áreas verdes, ya que contamos con 2.5 metros cuadrados por habitante de áreas verdes y la Organización Mundial de la Salud recomienda que sea de 10 metros cuadrados por habitante.

La administración municipal está disponiendo de parques, áreas verdes, áreas naturales protegidas para equipamiento urbano y desarrollos inmobiliarios de alta densidad, aportándolos a título gratuito o a valor residual o subsidiado, en algunos casos sin licitación o concurso alguno o concursos viciados y faltos de transparencia, en relaciones asimétricas en que la sociedad absorbe las pérdidas y la iniciativa privada las utilidades.

Son, por ejemplo, los casos de los terrenos de la lateral de la avenida Mariano Otero para el Proyecto Torrena; en los colomos el predio Charcos Azules para el proyecto Central Park; el Parque Metropolitano para las canchas de tenis y alberca para los Juegos Panamericanos; Parque Morelos para la Villa Panamericana; el parque Miguel Hidalgo y Costilla para el Museo Guggenheim; la reserva urbana municipal con uso de suelo de área verde en Periférico Norte e Independencia para el proyecto Puerta Guadalajara, y recientemente en el norte de la ciudad la zona natural protegida denominada zoológico-Huentitán, por su proximidad inmediata con el zoológico de Guadalajara y la Barranca de Huentitán para el estadio de atletismo de los Juegos Panamericanos y desarrollos inmobiliarios de alta densidad.

Respecto a éste último, es importante hacer notar, primero, que es una área natural protegida por distintos decretos federales, estatal y municipal, esto significa que no se podrá construir debajo de la cota de mil 500 metros sobre el nivel del mar, para preservar la Barranca de Huentitán.

Estos terrenos han sido siempre codiciados por su magnífica vista a la barranca, que aumentaron su atracción desde que se hizo de dominio público la construcción de la presa de Arcediano, ya que la cortina de la presa originaría un espejo de agua o lago que aumentaría el deseo por los terrenos, precio y especulación, que también se ve favorecido en plusvalía por la proximidad del zoológico y del proyecto Puerta Guadalajara en terrenos municipales que se aportan a valor residual, que contempla una torre de oficinas, mil 870 departamentos, hotel, centro comercial, museo, centro de convenciones y estacionamiento para 13 mil automóviles, no habiendo ya para este cuestionable proyecto la infraestructura necesaria.

Con la evidente intención de incorporar estos atractivos terrenos catalogados como de área natural protegida al mercado inmobiliario, se utiliza como argumento o pretexto para solicitar su cambio de uso de suelo el de ubicar en ellos el estadio de atletismo para los Juegos Panamericanos, argumentando la tesis del entorno y la vista, siendo el lugar inadecuado para un estadio, ya que para este fin por su aforo y demanda de estacionamientos se requieren espacios urbanos con excelente infraestructura vial y sistemas de transporte colectivo que no existen. Los asistentes a un estadio van a ver las competencias deportivas que duran un máximo de dos a tres horas, no a contemplar el paisaje.

Las modificaciones al uso del suelo en el plan de desarrollo urbano zoológico-Huentitán implica una totalidad de aproximadamente 114 hectáreas, estadio para atletismo de los Juegos Panamericanos, hotel, centro comercial, 16 mil 520 departamentos en torres de 12 a 20 niveles, y demandarían 73 mil 638 automóviles en una zona que no tiene la infraestructura necesaria a la que habría que sumársele la que generaría el proyecto Puerta Guadalajara.

La superficie de las zonas y usos que afectan el área natural protegida conocida como el predio El Disparate es de 68.5 hectáreas, en las cuales se ubicarían el estadio (24 hectáreas), 7 mil 760 departamentos en torres de 20 niveles (38.8 hectáreas) y hotel, centro comercial y servicios regionales (5.7 hectáreas).

La cuestionable negociación y autorizaciones que pacta el Cabildo con el propietario en detrimento de la sociedad consistentes en adquirir 24 hectáreas por 85 millones de pesos para el estadio que su ubicación no es necesariamente la adecuada a cambio de modificar el uso del suelo, incluyendo el del área natural protegida y concederle una altísima densidad en el remanente de las 44.5 hectáreas para construir los 7 mil 760 departamentos, hotel, centro comercial y servicios regionales para un gran negocio inmobiliario, ya que la infraestructura se realizaría con recursos públicos para llevársela al cuestionable estadio, es absolutamente improcedente porque viola decretos y acuerdos preexistentes para la preservación ecológica del sitio, comercial y moralmente inequitativo.

Éstos son los gobiernos que la sociedad ya no quiere tener, los que no los representan, los que no los consultan, solamente les informan, los que hacen negocios privados con bienes y recursos públicos en los cuales la sociedad absorbe las pérdidas, y la iniciativa privada, las utilidades, que depredan los espacios públicos y contribuyen al desorden urbano y a la pérdida de calidad de vida de las mayorías con sus decisiones.

Aportación del arquitecto J. Jesús García Rojas, encargado de la publicación José Fernando Estrada Godínez, encargado de comunicación social del Parlamento de Colonias de la Zona Metropolitana. Correo electrónico: eg_fernando@hotmail.com, además visita nuestra página electrónica en Internet: info@parlamentodecoloniasgdl.org, o comunícate con nosotros al 1201 5755.

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