martes, 28 de octubre de 2008

Feria de amorosos

Los inmortales del momento
José de la Colina
Publicado el Domingo, 26 Octubre, 2008


Dicen los poetas que el amor mueve al universo (incluidos los hoyos negros y las estrellas muertas), y, puesto que parece que se trata del tema inspirador más inagotable y bonito al que todos los seres del mundo, desde los cisnes hasta el ornitorrinco, desde los guapos y guapas hasta los feos y las feas, desde las niñas y los niños hasta las viejitas y los viejitos, desde los vivos hasta los fantasmas, es de creer que lo seguirán diciendo todos los filósofos y poetas y narradores y cantautores y los ciudadanos de cualquier condición social y económica. De lo cual aquí va un breve muestrario entre azul y negras noches.
EL LEÓN Y LA MUCHACHA
Adornada con mirtos y rosas, la hija del guardián del zoológico, antes de seguir muy lejos y contra su corazón al hombre que la llama desde otro país, va a despedirse del amigo de su infancia y le da el último beso. Loco de dolor, el león la aniquila de un zarpazo y luego se tiende sobre el cadáver a esperar la bala que le partirá el corazón.
–Adalbert von Chamisso
CUENTO DE MIEDO
La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de las apariciones.
–Juan José Arreola
UADRILLA
Joâo amaba a Teresa que amaba a Raimundo/ que amaba a María/ que amaba a Joaquín que amaba a Lilí/ que no amaba a nadie.
Joâo se fue a los Estados Unidos, Teresa al convento,/ Raimundo murió en un accidente, María se quedó solterona,/ Joaquín se suicidó, y Lilí se casó con J. Pinto Fernández,/ que no había entrado en esta historia.
–Carlos Drumond de Andrade
EL TRIÁNGULO AMOROSO
El macho de la ballena estaba desolado porque ella se había enamorado de un submarino.
–Carlos Héctor
LA VIUDA VIRTUOSA
A una viuda que lloraba ante la tumba de su marido se acercó un atractivo caballero y respetuosamente le dijo que desde hacía tiempo la amaba.
—¡Descarado! —exclamó la viuda—. ¡Váyase! ¿Le parece que este es el momento de hablarme de amor?
—Le aseguro, señora, que yo no pretendía cortejarla —se excusó humildemente el atractivo caballero—, pero la fuerza de su belleza ha derrotado a mi discreción.
—Y eso que no me ha visto usted cuando no estoy llorando —dijo la viuda.
–Ambrose Bierce
ADÁNICA
Adán busca insistentemente a Eva. Escribe mensajes en los diarios y en los carteles de propaganda de los autobuses, y, para hacerse perdonar, le ofrece una casa nueva y un huerto de manzanas.
Un día recibe una nota, escrita en una hojita verde: “Gracias por tus palabras y las manzanas, pero ahora prefiero el queso.” La nota trae una firma: “Yo, la peor de todas.”
–Juan Armando Epple
EL PRÍNCIPE AZUL
Cuando por fin conoció al hombre de sus sueños ya era muy tarde. Sonó el despertador.
–Marcial Fernández
DECLARACIÓN
Instrúyeme, amada, en la suavidad, en la lentitud, en la alucinación y el extravío, hazme conocer el tiempo sin tiempo del éxtasis, el dulce paisaje que quiere nacer en la pantalla del revés del párpado, en el teatro de la boca, en el nido de la lengua, en la nuca del sueño.
–Silvestre Lanza
AQUELLA MUERTA
Aquella muerta me dijo:
“¿No me conoces?... Pues me debías conocer... Has besado mi cabello en la trenza postiza de la otra.”
–Ramón Gómez de la Serna
EUSTACIO
Amo a Eustacio a pesar de que me lleva cuarenta años, de que es totalmente mudo y no tiene dientes. No me importa que esté calvo, excepto entre los dedos de los pies, que camine jorobado y a veces se caiga en la calle. Cuando él cree necesario emitir un corto y agudo aullido, morder el sofá o dormir en el jardín, yo acepto todo eso como enteramente normal. Porque lo amo.
Amo a Eustacio porque entre todos los hombres es el único a quien no le importa que yo tenga tres piernas.
–Tanith Lee
TIGRE Y PALOMAS
Cazaba el tigre palomas;/ en sus fauces las traía,/ él pensaba que eran flores,/ manjar que nunca comía./
A la tigre se las daba/ al llegar a su guarida./ Ella lo amaba por eso:/ por su mucha cortesía.
–Luis Rius
CHERUBINO
El muchacho a quien Mozart y la fama apodaron “Farfalone Amoroso” era galán tan ardiente y delicado que a las damas les quitaba la leve ropa interior con el mero y aún más leve soplo del suspiro.
–Andrés Marceño
FOTO
La novia ajustó la falda de su largo vestido blanco, compuso el tul que descendía de la cabeza a los pies, puso su corazón sobre la silla vacía, colocó una mano en el respaldo, sonrió como quien no se hace ilusiones, y así posó para la foto más premonitoria de su vida.
–Jorge Timossi
AMOR ESTILO SIGLO XXI
Román y Juliana se conocieron mediante el correo electrónico de Internet, comenzaron a enviarse piropos cada vez más floreados y encendidos, y su diálogo entre pantallas luminosas fue haciéndose cariñoso e iba creciendo hasta convertirse en intenso amor, y si Román escribía: “Eres la mujer de mi vida”, Juliana tecleaba: “Eres mi amado para toda la eternidad”, y juraban amarse hasta más allá de la muerte, pero... cuando se encontraron en su primera cita en un café equidistante de sus respectivas casas y se miraron desde un lado y otro de la mesa y, después de parpadear largo rato, descubrieron que su tan fuerte pasión los había vuelto enormemente tímidos y que no sabían qué más decirse ni qué hacer, se disculparon y se volvieron a sus domicilios, y desde entonces, los dos, separados por kilómetros de ciudad pero unidos en espíritu, felices de saber que al fin han encontrado el modo definitivo de vivir una misma y compartida pasión, se envían mensajes que casi incendian las pantallas de sus laptops.
–José de la Colina

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