domingo, 15 de noviembre de 2009

Tan pesado autobús también trastocará sustancialmente el aspecto visual, considera

Precisar cómo afectaría paso del Macrobús frente a la catedral, exige la Arquidiócesis
La Comisión de Arte Sacro, a la espera de dictamen del Conacyt para una mejor evaluación

MAURICIO FERRER

La Arquidiócesis de Guadalajara ha cuestionó nuevamente la Línea 2 del Macrobús en su paso por la avenida Alcalde, frente a la catedral, aun cuando el gobernador Emilio González aseguró el lunes pasado que el cardenal Juan Sandoval Íñiguez había aceptado el proyecto.

En su edición de este domingo, en el editorial “Macrobús por la catedral” de El Semanario, el órgano de la Arquidiócesis tapatía, la Iglesia católica expresa que “aunque el gobernador Emilio González Márquez ya ha externado su interés por dar una información completa sobre este proyecto, con la finalidad de dar respuesta a todas las inquietudes, es necesario saber lo que los expertos dicen al respecto”.

Como expertos, el Arzobispado se refiera a los riesgos que ha señalado la Comisión de Arte Sacro de la Arquidiócesis, existentes en la catedral, causado por el túnel vehicular de la avenida Hidalgo.

“Incluso, no sólo se trata de que no se dañen, sino de que las alternativas viales no perjudiquen sustancialmente el aspecto visual de los lugares por donde se establezcan las rutas del tan pesado autobús”, de acuerdo con la editorial.

La Comisión mencionada, según El Semanario, ha percibido que el túnel de Hidalgo ha afectado un desplome de la vertical de la torre Norte de la catedral. El problema, continúa, es atendido por técnicos del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) quienes han ofrecido, como solución para que la torre no se desplome, una viga en el túnel que va de de la Presidencia Municipal de Guadalajara a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres. La viga, por su rigidez, transmite en su longitud las vibraciones que afectan a la catedral, ocasionadas por el flujo vehicular en el túnel de la avenida Hidalgo.

Pero, “habría que señalar, con precisión, aun eliminando completamente el flujo de otro tipo de autobuses, las consecuencias del paso del Macrobús, que tiene un peso superior a cualquier vehículo que actualmente transita, así como su frenado y arranque. ¿Cómo pueden, en concreto, afectar esos transportes, con sus nuevas cargas y en direcciones no previstas?”, cuestiona la publicación.

De acuerdo con los estudios de la Comisión responsable de los mismos, el peinetón central y la torre Sur de la catedral tiene daños producidos también por las vibraciones en la avenida Hidalgo.

“Por otra parte, no está de más señalar que el impacto visual de las estaciones del Macrobús agrediría el paisaje urbano del centro, y no se integra con la tipología urbanística del primer cuadro de la ciudad. ¿Se imaginan, por ejemplo, un Macrobús por la avenida principal de Morelia, que ya quedó despejada de publicidad de gran formato, para dejar un espacio libre?”, es otra de las reflexiones que lanza la Iglesia católica que, asegura, la Comisión de Arte Sacro de la misma espera un dictamen de la Academia de Ingeniería que corresponde al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) “para evaluar mejor su opinión; pero sobre todo, la decisión de las autoridades”.

No hay comentarios: