domingo, 9 de noviembre de 2008

Macrobús


En febrero iniciará operaciones la primera ruta del Macrobús
El proyecto incluye ciclovías, banquetas y la estructuración de rutas alimentadoras con camiones tradicionales
JUAN CARLOS G. PARTIDA


LA JORNADA JALISCO
El proyecto de movilidad urbana del gobierno estatal para la Zona Metropolitana está a punto de parir el primero de sus varios hijos con la intención de destrabar el caos que significa la existencia de al menos un millón y medio de automotores que circulan por la mancha urbana, cifra a la que cada día se deben agregar en promedio 378 nuevos vehículos motorizados en un desaforado crecimiento anual que llega al 7 por ciento y que, de acuerdo con proyecciones de las propias autoridades, harían colapsar en cinco años la hoy ya insuficiente infraestructura para transitar por la ciudad.
La empresa Macrobús SA, principal apuesta para la movilidad urbana motorizada y que según sus proyeccionistas logrará desalentar el uso del automóvil en largos corredores viales ahora saturados, comenzará a operar su primera ruta a más tardar en febrero próximo, con 41 autobuses articulados a lo largo de 16 kilómetros, en un esquema que en su primera fase incluye 27 estaciones y dos terminales troncales que recorrerán toda la calzada Independencia, luego Gobernador Curiel, hasta llegar a la densamente poblada Miravalle.
En el Congreso, desde el viernes quedó listo el borrador con las propuestas de las reformas legales necesarias para la operación de la empresa Macrobús SA, formada en su mayoría por concesionarios de rutas tradicionales que se unieron a instancias del gobierno estatal, pese a que uno de los más ricos transportistas, Enrique Galván, ha mantenido una fuerte oposición legal al proyecto. El paquete de reformas legales que se estudia en el Congreso deberá estar listo en diciembre y entre sus principales modificaciones buscará que las empresas paraestatales de transporte, como Servicios y Transportes, Sistecozome y el Sistema de Tren Eléctrico Urbano, puedan concentrarse en un naciente organismo público descentralizado.
También durante la semana recién concluida comenzaron a convocar a choferes interesados en trabajar para Macrobús SA, una convocatoria que tiene candados y da preferencia a conductores de las rutas que maneja la Alianza de Camioneros, una de las principales accionistas de la naciente empresa. El curso en forma se desarrollará durante enero, con duración de un mes, y se espera que los conductores estén listos para iniciar su trabajo en febrero.
Ese mismo mes tendría que iniciarse la construcción del segundo corredor vial, sobre avenida Avila Camacho y hasta Tesistán, según Diego Monraz, encargado principal del proyecto de Movilidad Urbana.
Movilidad y dineros
El primer hijo de un amplio proyecto, que incluye ciclovías, amplias banquetas y la estructuración de rutas alimentadoras con camiones tradicionales en los corredores por donde pasará el Macrobús, es el corredor vial de la calzada Independencia.
En estos momentos los tiempos de traslado en transporte público son de 66 minutos a lo largo de los 16 kilómetros del corredor de la calzada ya señalado, un promerio de velocidad inferior a los 15 kilómetros por hora. Con el Macrobús la proyección es que el tiempo se reducirá a 32 minutos, a una velocidad promedio de 30 kilómetros por hora. Por la calzada y Gobernador Curiel circulan ahora 130 rutas con 2 mil 89 vehículos, lo que quedará en los 41 autobuses articulados del proyecto Macrobús, además de 100 camiones “alimentadores” del sistema.
El proyecto también incluye la recuperación de 46 mil 800 metros cuadrados extras de banqueta con la renovación adicional de 112 mil metros cuadrados, una recuperación cercana al 42 por ciento de espacio público para los peatones, además de la ciclovía que estará adicionada en la remodelación de banquetas.
Si el proyecto que está por ponerse en funciones cuaja, el índice de pasajeros por kilómetro, que actualmente ronda en 2.5 pasajeros, llegará a ocho personas, lo que aumentará el rendimiento de cada unidad y significará también disminución en las emisiones contaminantes al aire.
Estudios oficiales señalan que en este último punto hoy se concentran 12.9 toneladas de emisiones de bióxido de carbono en la calzada Independencia, por 2.8 toneladas que se espera queden luego de la implementación del corredor vial. Otras emisiones, como las mil 70 toneladas por año de monóxido de carbono, las 210 toneladas anuales de óxidos de nitrógeno y las 250 toenaladas también anuales de compuestos orgánicos volátiles se verían reducidas en promedios que rondan el 70 por ciento.
Una de las principales resistencias ha sido la adecuación de las rutas tradicionales, pues con la implementación del nuevo sistema de las 130 rutas actuales, 26 serán sustituidas, 26 tendrán modificaciones de más del 5 por ciento en su recorrido, otras 42 rutas se modificarán menos del 6 por ciento y apenas 36 rutas cruzarán el corredor vial.
Entre 2007 y 2008, el gobierno estatal ha dedicado una multimillonaria inversión al corredor vial de la calzada, aunque todavía no lo ha puesto en operación. Para estudios y proyectos se gastaron 37 millones de pesos, para infraestructura la inversión ha sumado 520 millones, para el llamado cuarto de control otros 28 millones y para “socialización” el presupuesto ronda los 22 millones de pesos.
Aunque el éxito del llamado sistema de transporte articulado BRT ha probado sus beneficios en decenas de ciudades de muchos países, la implementación en Guadalajara todavía está por vivir su prueba de fuego cuando el servicio inicie. No habrá que esperar tanto, cuando mucho tres meses más. A partir de ahí se sabrá si la apuesta del gobierno por evitar el colapso vial en la Zona Metropolitana de Guadalajara fue la adecuada o apenas se trató de una aspirina para un cáncer mayor.

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