domingo, 21 de junio de 2009

¿Qué nadie irá a la cárcel por el incendio de la guardería ABC?

Parlamento de Colonias



Escribo este artículo al calor del momento, en medio de la tragedia y la preocupación, pero con un profundo coraje contra un sistema político que ha demostrado una vez más su complicidad con el crimen y su ineptitud monumental.

Ahora resulta, que el incendio en el cual perdieron la vida 46 inocentes criaturas, es un “hecho no intencional”, como lo afirmó Eduardo Medina Mora, procurador General de la República, y por lo tanto, en caso de que se encontraran culpables de los ilícitos que provocaron la tragedia que tanto ha conmovido a la opinión pública, incluso internacional, podrían, dice el procurador -adelantándose a los resultados de las investigaciones-, no poder siquiera pisar la cárcel; pues podrían alcanzar libertad bajo fianza, porque “no están tipificados delitos graves”.

Historia vieja en México, detrás de cada tragedia hay un relato de irregularidades, abuso de influencias políticas y, aunque en verdad esperamos que esta vez sea diferente, de impunidad. Los apellidos y las posiciones no deben ser obstáculo para que conozcamos quién, cómo, cuándo y por qué se permitió la operación de la guardería en esas circunstancias y en su caso, para que se castigue a quien lo merezca. Van 46 menores muertos y hay 30 hospitalizados, no es cosa de juego.

No hace falta ser perito de la procuraduría para afirmar que las condiciones en que operaba la guardería abc de Hermosillo, Sonora, eran inadecuadas: ésta fue instalada en una bodega, a un lado de una llantera, de un depósito de vehículos de la Secretaría de Hacienda estatal, de un taller mecánico, enfrente de una gasolinería y además no tenía salidas de emergencia accesibles.

“No dejes a México en manos del crimen”, (frase publicitaria utilizada en todos los medios de enajenación masiva por el actual gobierno de Felipe Calderón), ¿de qué se trata?, que la justicia es ciega, hoy se deben investigar las verdaderas causas, sentar verdaderos precedentes para terminar con el valemadrismo de los funcionarios que son finalmente, los que extienden y firman los permisos. Habría que preguntarle a Molinar Horcasitas si no siente por lo menos vergüenza de cómo operó estos programas en su paso por el Seguro Social, otro en su lugar ya hubiera renunciado y marchado del país o se hubiese puesto en manos de las autoridades para deslindar responsabilidades.

¡Por favor, cómo es posible, en verdad que ya no entiendo nada!. Absolutamente nada de la supuesta lógica, la justicia, la razón o el humanismo de nuestras leyes. ¡Cómo carajos no van a ser delitos graves, gravísimos; inauditos, atroces, crueles e inhumanos.

Porque no se va a ir hasta sus últimas consecuencias, sin reconocer y favorecer parentescos y nepotismos, como los han declarado hipócrita y falsamente, esta nueva casta de políticos del cambio, a los que no hay que creerles ni el bendito.

¡Cómo explicarles a los padres de familia y el resto de la sociedad!, que tan horrendos acontecimientos producto de la avaricia, la corrupción, el nepotismo, el tráfico de influencias, las negligencias, la impunidad y la corrupción, no merecen el justo castigo a los culpables directos e indirectos.

Entendemos por el actuar de las autoridades que en este país, el cuidado de los hijos de las madres trabajadoras es lo que menos les importa, lo mismo da habilitar una casucha carente de los más indispensables elementos de salubridad, bodegas o cualquier cosa que se les parezca.

Pudo más como siempre, un programa populista a lo largo y ancho del país que la sensibilidad, la lógica y el interés de salvaguardar a los niños. Cumplir una norma significa, por desgracia, tener la venia de algún familiar del primer nivel de gobierno, cumplir los lineamientos significa extender gratificaciones a los verificadores en turno con el objeto de hacer como que no pasa nada.

Más allá de haber quedado al descubierto que los contratos de las guarderías por lo menos en Sonora (y posiblemente en todo el país), quedaron en las manos de unos cuantos, todos pertenecientes al mismo círculo social y de poder.

No nos confundamos, ni permitamos que los medios de comunicación nos pierdan en un mar de verborrea, se trata de negligencia oficial, de descaro, de prepotencia, de valemadrismo, en lo que para los políticos los hijos de... sólo son números y negocio.

Cómo explicar esos absurdos jurídicos y políticos a los familiares que aún tienen a sus bebés en diversos hospitales en estado de coma por quemaduras de tercer grado en casi la totalidad de sus cuerpecitos. Y que desgraciadamente están al borde de la muerte; por lo que sus familiares y amigos no encuentran consuelo, junto con más de 10 mil sonorenses –y todo México incluidoe_SEnD, exigen castigar a los culpables del crimen cometido

¿Cómo es posible –me pregunto– que los mexicanos podamos soportar tantas sandeces como esta declaración del procurador Medina Mora, como también la cínica visita de Margarita Zavala al Centro Médico de Occidente, si en ese momento todo México ya sabía de su parentesco con uno de los dueños de esta guardería, ¡será por eso que antes de su llegada mandaron sacar a todos los padres de los niños hospitalizados!, pobre mentalidad de políticos, sólo vino a sacarse la foto, ahora entiendo al periodista iraquí Muntazer Al-Zaidi (el que llamó perro al presidente estadunidense George W. Bush y le lanzó sus zapatazos).

Como ciudadanos ¿seguiremos soportando esto hasta el hartazgo?

Responsable de la publicación: José Fernando Estrada Godínez, encargado de la comisión de Comunicación Social del Parlamento de Colonias, de la Zona Metropolitana. Correo electrónico: eg_fernando@hotmail.com, visita nuestra la página info@parlamentodecoloniasgdl.org. Nuestro nuevo teléfono 12-01-57-55

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