lunes, 6 de julio de 2009

El castigo para el PAN “estuvo cabrón”, la frase que ensombreció la tarde blanquiazul

Una hora antes de que cerraran las casillas, los panistas avizoraban la derrota


“Si algo falló y si fue el candidato, asumiré la responsabilidad”, se resignó Salinas Osornio

MAURICIO FERRER



Llanto, decepción y tristeza predominaron en el auditorio Efraín González Luna, de la sede del PAN en Guadalajara, cuando por la noche Jorge Salinas Osornio salió a reconocer su derrota en las urnas


Simpatizantes panistas en el abrazo del consuelo con el que fuera su candidato.
“Vamos a trabajar para que Acción Nacional recupere Guadalajara en 2012”, fueron las palabras con las que Jorge Salinas Osornio suavizaba la derrota del PAN en la jornada electoral de ayer, ante unos 150 militantes que se dieron cita alrededor de las 23 horas en el Comité Directivo Municipal del partido.

“Vamos a ser oposición responsable y a trabajar para lo que le convenga a Guadalajara, con coraje y con pasión, como lo hemos hecho durante 69 años como partido”, expresó.

Llanto, decepción, tristeza, sentimientos de desilusión se percibieron en el auditorio Efraín González Luna, de la sede del PAN en Guadalajara. El propio Salinas Osornio, en repetidas ocasiones del discurso que ofreció a los panistas tapatíos, tuvo que hacer un alto y tomar aire, como lo hace cualquier mortal cuando evita que el sentimiento aflore a todo lo que da.

“Los números no nos favorecen”, reconocería minutos más tarde ante micrófonos y grabadoras. “El PAN se ha alejado de la gente”, aceptó también.

Salinas Osornio descartó que se haya dado un “voto de castigo” del electorado a las administraciones panistas que hace 15 años hicieron su aparición como gobierno en Guadalajara.

Asimismo, agradeció a su planilla, conformada por hombres y mujeres cuyas miradas a veces se perdían en un punto fijo. Pero para Salinas, el punto fijo ahora se traduce en un trabajo desde la oposición en el Ayuntamiento de Guadalajara, para que “Acción Nacional vuelva a ganar en tres años. Si algo falló y si fue el candidato, asumiré la responsabilidad”, remató.


El inicio de la debacle


“El castigo para el PAN está cabrón”, fueron las palabras de un panista que a las 17 horas de ayer detallaba el panorama blanquiazul, que poco a poco se tornaba negro: “Guadalajara, Tlaquepaque y Tonalá, los pierden; Zapopan aún está cerrado, son datos del acta de las 16:40 horas”.

A primera hora de hoy, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco (IEPC) daba la estocada final: Guadalajara pasaría a manos del PRI con cerca de 100 mil votos de diferencia y con el 97 por ciento del cómputo hasta esa hora.

Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Puerto Vallarta, Lagos de Moreno y Ciudad Guzmán también serían para el tricolor, según los datos del IEPC.

El pronóstico de la deep throat iba tomando cauce. No sólo eso. Mencionaba por la tarde algo inaudito: “se van todos; pierden todos los distritos menos el 10, de Paco”. Por Paco, se refería al ex secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, quien por la mañana ya amagaba: “yo creo que se van a ir a tribunales casi todas las elecciones. Hoy por hoy se han judicializado mucho los resultados electorales y no tenemos la menor duda de que el tribunal, que el Trife, estará trabajando fuerte y que también en las salas regionales y en el Tribunal local estarán haciendo su trabajo”, dijo.

Eran las 11 de la mañana cuando Ramírez Acuña ya echaba la sal. No lo percibía así el dirigente estatal del partido, Eduardo Rosales Castellanos. Para él, al mediodía era muy prematuro hablar de resultados. Y a las 18:20 horas continuaba siendo prematuro hablar de resultados.

El discurso de Rosales no perdió la esencia desde que el reloj anunciaba la segunda parte del día hasta que el mismo astro rey se preparaba para el aletargamiento nocturno: “el PRI volvió a sus viejas prácticas. Hay una operación al viejo estilo del PRI con grandes cantidades de dinero”.

Fueron 28 las “viejas prácticas” que Acción Nacional documentó y de las cuales presentó pruebas ante el IEPC, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco (PGJEJ) y la Procuraduría General de la República (PGR).

En Guadalajara, según Rosales, el PAN grabó el “reparto indiscriminado de despensas y compra de votos”. En La Barca, los blanquiazules detectaron que la Policía Municipal tocó a las puertas de las casas para “decirles a las personas que no acudieran a votar porque había disturbios”. En Encarnación de Díaz, Tuxpan, La Huerta y Cocula, la Policía Municipal acarreaban gente para que votara por el tricolor. En Ixtlahuacán de los Membrillos hubo reparto de volantes en contra de Acción Nacional. En Bolaños se detectó a individuos que viajaban en automóviles de lujo ofreciendo dinero a cambio del voto para el PRI. Y en Puerto Vallarta se encontraron fotocopias a colores de boletas electorales marcadas a favor del Revolucionario Institucional.

“Estos casos revelan viejas prácticas que tenían erradicadas en Jalisco y que algunos gobiernos municipales están alentando. Ojalá que no funcione esa estrategia del PRI”, decía.

Los rumores corrieron a lo largo de la tarde en el Comité Directivo Estatal de Acción Nacional. Los priístas habían hecho pública su victoria. Pero en el PAN Jalisco, el reconocimiento de la realidad aún no era cantado.

Cerca de las 22 horas, Eduardo Rosales Castellanos ofreció una rueda de prensa en la que se limitó a decir que había una “mayor tendencia a la desventaja en el municipio de Guadalajara”.

Según el dirigente, su partido tendría ventaja en 36 municipios, de cuya lista el más relevante era Chapala. “El partido tendrá que hacer una evaluación del trabajo de nuestros gobiernos, de nuestros métodos internos, una evaluación del resultado que los ciudadanos han emitido hoy; sería una etapa de revisión y de autocrítica con respecto a lo que hemos hecho en los 15 años de gobierno en Guadalajara”, reconoció Rosales Castellanos.

A esas horas, él ya conocía la derrota de su partido.

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