domingo, 12 de julio de 2009

Mario Molina pide invertir en ciencia básica, no sólo en la aplicada; no es un lujo, pero hace falta

Isaac Torres Cruz | Academia Viernes 10 de Julio, 2009 | Hora de creación: 01:46| Ultima modificación: 10:03



Reconocimiento. El científico mexicano recibió el doctorado Honoris Causa por el Cinvestav de manos de su director y del subsecretario de educación.
México debe invertir más recursos en investigación, pero no sólo en ciencia aplicada sino también de forma importante en básica, señaló Mario Molina con motivo del doctorado Honoris Causa conferido por el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN.

El Premio Nobel de Química (1995) refirió que la inversión en ciencia fundamental (básica) no es una suntuosidad del primer mundo, “si hay quienes se preguntan si es un lujo que sólo pueden llevar a cabo los países ricos, la respuesta contundente es no”.

Agregó que esta es la base para cualquier aplicación o desarrollo tecnológico que beneficie a la sociedad, proceso que ejemplificó con el descubrimiento que hizo junto con Sherwood Rowlad y que les valió el máximo reconocimiento de la ciencia mundial.

Esto es, su investigación básica sobre los fluorocarbonos, que advertía sobre cómo debilitaba la capa de ozono, fue publicada en la revista Nature en 1974, pero no fue sino hasta 1996 que tuvo un efecto mundial cuando se prohibió su producción con el Protocolo de Montreal.

“Así funciona la ciencia fundamental y sus implicaciones posteriores para el beneficio de la sociedad. Es importante que en México se reconozca este procedimiento”, añadió el miembro del Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología de EU.

Puntualizó además que este tipo de investigación es parte esencial de una formación de excelencia de jóvenes científicos en universidades y centros de investigación, “que afortunadamente los hay en México, pero necesitamos más”.

En este sentido mencionó que la clave para contar con un número mayor de científicos se necesita un notable aumento en la inversión de educación e investigación.

“Pero no sólo debemos aspirar a este crecimiento sino que además sean recursos humanos de excelencia y la ciencia fundamental es la garantía para obtenerlos y puedan competir al más alto nivel en el mundo”, añadió.

Además, recalcó, una vez que se cuenten con dichos científicos, se les debe garantizar un buen trabajo, institutos y recursos donde puedan llevar a cabo sus investigaciones.

El profesor de la Universidad de California, San Diego, recordó además la trascendencia del papel del ramo en el crecimiento del país. “Está claro que los países que han tenido éxito en su desarrollo económico han invertido en ciencia, tecnología y educación”.



CAMBIO CLIMÁTICO. Como parte de su nombramiento como Honoris Causa, Mario Molina dio además inicio a un ciclo de conferencias que se impartirán en este centro de estudios por científicos Nobeles.

En este contexto dio un panorama sobre las problemáticas e información existente sobre el cambio climático y puntualizó la importancia de buscar la resolución del problema en la próxima reunión mundial que se llevará a cabo en la ciudad de Copenhague en el mes de diciembre.

Mencionó la obsolescencia del Protocolo de Kioto, cuya ineficacia es evidente ante la exclusión de compromisos sobre emisiones contaminantes para países en desarrollo, cuando naciones como China propician cantidades similares a las de EU.

Recordó que, bajo los reportes llevados a cabo por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC), lo más prudente será no provocar un aumento en la temperatura global mayor a dos grados, de lo contrario “tendremos muchos problemas”.

Puntualizó que existen los métodos y tecnologías necesarios frenar el calentamiento global en este nivel, no obstante se necesita seguir investigando nuevas opciones para generar energía.

“En México, por ejemplo, no podemos esperar a que se termine el petróleo para hacerlo, porque entonces quizá no haya atmósfera qué proteger”, acotó.

Recordó además que existen estudios que plantean la viabilidad económica de atacar el problema en breve, que de forma preventiva, antes de los daños causados por un alto incremento atmosférico, costaría el 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, “una ganga”. Sin embargo, añadió, de no hacerlo a tiempo podría representar hasta el 20 por ciento del mismo PIB.

Por lo tanto, dijo, espera que los países desarrollados y en vías logren un nuevo acuerdo en Copenhague, considerando un compromiso sustancial de China e India. “Es viable y contamos con el precedente, si bien en una medida menor, del Protocolo de Montreal”.

Agregó que todos los países tienen derecho a su desarrollo y bienestar social, pero no es posible que lo lleven a cabo bajo los parámetros y reproducción de modelos que utilizaron las naciones ricas el siglo pasado.

“Así no lograremos detener los problemas no sólo sobre cambio climático sino además los que atañen a la pérdida de biodiversidad, recursos naturales, aumento de la población, entre otros; tenemos una responsabilidad ética generacional. Es un reto enorme pero lo podemos lograr”, afirmó.



Trayectoria



Mario Molina fue profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts en el periodo 1989-2004; del Laboratorio de Propulsión a Chorro del Instituto Tecnológico de California (CALTECH) en el periodo 1982 a 1989, de la Universidad de California, Irvine entre 1975 y 1979 y profesor e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México entre 1967 y 1968.

Actualmente investiga la química de la contaminación atmosférica en la baja atmósfera. También está involucrado en trabajos interdisciplinarios colaborando con expertos en múltiples disciplinas para enfrentar el problema de la degradación de la calidad del aire en las grandes ciudades del planeta.

Es miembro de la Academia Norteamericana de Ciencias y del Instituto de Medicina de los Estados Unidos, de la Pontificia Academia de las Ciencias del Vaticano, de la Academia Mexicana de Ciencias, la Academia Mexicana de Ingeniería, miembro del Colegio Nacional y de varias otras instituciones.

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